Los efectos
beneficiosos del ejercicio son conocidos en diversas áreas de la salud de la
mujer y también en relación con los huesos. Se ha visto que aquellas mujeres
que realizan ejercicio de manera habitual, tienen más fuerza, más masa muscular
y también tienen mayor densidad mineral ósea que las que llevan una vida
sedentaria.
El tipo de
ejercicio practicado también tiene diferente repercusión en el hueso, siendo el
más efectivo aquel que se realiza con sobrecarga, como el usar pequeñas pesas.
Se recomienda: Caminar, Bailar, Practicar
“Tai-Chi”. Este último y bailar, contribuyen a
mejorar el equilibrio y disminuir la propensión de caídas. Igualmente ejercicios que
fortalezcan los músculos que extienden o que provoquen estiramiento de la columna.
Ejercicios de
pie
- Apoyándose en el respaldo de una silla, flexionar parcialmente las rodillas, manteniendo la espalda recta. Subir y bajar lentamente.
- Frente a la pared con las rodillas ligeramente flexionadas, empujar con las manos manteniendo la espalda recta. Repita los ejercicios 10 veces.
Ejercicios
sentado
Estos ejercicios se
realizan sentados en una silla,
sin respaldo o con un respaldo que no obstaculice los movimientos que hemos
de realizar con los brazos. Nos colocaremos con la espalda recta y los
hombros relajados.
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Dejar
los brazos colgando a lo largo del tronco y volver las palmas de las manos
hacia atrás.
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Subir los
brazos hacia atrás procurando llegar lo más alto posible, pero sin sentir
dolor.
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Colocar
los brazos en cruz dejando las palmas de las manos mirando hacia delante y llevarlos hacia atrás, sin levantarlos.
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Mantenerlos
así unos segundos y volver a la posición inicial.
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Flexionar
el cuello hacia delante muy lentamente e intentar tocar el pecho con la
barbilla.
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Mantener esta
posición durante 5 segundos, volver a la posición normal lentamente y
descansar otros 5 segundos.
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Repetir estos
movimientos 10 veces
* Acuéstese boca arriba con las piernas dobladas en una superficie firme.
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