miércoles, 13 de mayo de 2020

¿CÓMO AFECTAN LOS EXCESOS NUESTRA PIEL?


 

 La apariencia saludable de la piel puede estar comprometida por la acción de agentes externos  del medio ambiente: una inadecuada alimentación donde predomine la ingesta de alimentos ricos en grasas y azucarados , consumo de bebidas alcohólicas, uso de cigarrillo, el estrés que genera cumplir con las actividades del día a día, pocas horas de sueño y descanso necesario, exposición a las radiaciones solares.

     Estas agresiones exteriores provocan el fenómeno conocido como estrés oxidativo, generando en exceso  radicales libres ( se producen como resultado del funcionamiento de los tejidos) en el organismo, estos tienen efectos negativos sobre las células del cuerpo, particularmente en las células de la piel.

     Los radicales libres  son sustancias químicas
muy reactivas que introducen oxígeno en las células, produciendo alteración de sus partes,  en el ADN (material genético), y  cambios que aceleran el envejecimiento del cuerpo. Provocan una disminución de la producción de colágeno, elastina y ácido hialurónico (sustancias que se encuentran en la piel), que hace que la piel pierda firmeza y elasticidad y se deshidrate,  por lo tanto es más propensa a la aparición de arrugas.

      Estos también deterioran las membranas de las células de la piel, lo que contribuye a la formación de manchas.


     Los efectos negativos en la apariencia de la piel por los agentes externos mencionados pueden recuperarse. ¿Cómo podemos proteger nuestra piel del estrés oxidativo?.

     La dieta rica en alimentos que nos permiten eliminar toxinas, principalmente aquellos con alto contenido de agua, como las frutas frescas y las verduras, hidratan la piel y permiten la desintoxicación a través de las vías urinarias. Por lo tanto se recomienda el consumo de manzanas,  peras, piña, patilla, naranjas  y del grupo de las hortalizas: brocolí, lechuga, calabacín, coliflor, espinacas. Además es importante el consumo de vitaminas A (zanahoria, brócoli, batata, coliflor y espinacas), vitamina C (repollo, brocolí, fresa, guayaba, melón, frutas cítricas, pimiento rojo), vitamina E (aceites vegetales de maíz, almendras, maní, avellanas, espinaca, brocolí, melón, albaricoque y mango). 


    El consumo de agua es fundamental para mantener la salud de la piel, la piel hidratada luce brillante y joven. El consumo de otras bebidas como el té verde, actúa como antioxidante, eliminando el efecto negativo de los radicales libres.
     El uso de protector solar es recomendado para defender a la piel de los efectos dañinos de los rayos del sol. Se  debe usar bloqueador solar con protección 15 FPS en el cuerpo  y  50 FPS en la cara.


      La piel de la cara es más sensible a los efectos negativos del medio ambiente. Hay que lavarla e hidratarla  diariamente pero debe realizarse con productos suaves, que no alteren el manto ácido de la piel, que no la irriten pero ayuden a eliminar la grasa y suciedad acumuladas.





RECUERDA:
Siempre antes de hacer algún tratamiento y usar productos determinados en la piel, consulta al especialista y que sea él , el que te indique el más adecuado y beneficioso para ti, según los cambios y tipo de piel que tengas.