La disminución progresiva en la producción de estrógenos por el ovario durante la etapa de climaterio es responsable de una serie de cambios físicos y psicológicos en la mujer. Los síntomas correspondientes no sólo se asocian con cambios hormonales, sino también con el progreso del envejecimiento natural.
El aumento de peso que se puede observar en el climaterio es de predominio central ( aumento del tejido graso en el abdomen), lo que favorece la resistencia a la insulina (alteración en la que la glucosa o azúcar, que proviene de los alimentos, no puede entrar a las células y obtener energía para nuestro cuerpo)
y el síndrome metabólico (un grupo de afecciones como obesidad , trastornos del colesterol y los triglicéridos, elevadas cifras de presión arterial, resistencia a la insulina con o sin alteraciones de la glicemia). Ambos son factores que generan la aparición de riesgo cardiovascular.
y el síndrome metabólico (un grupo de afecciones como obesidad , trastornos del colesterol y los triglicéridos, elevadas cifras de presión arterial, resistencia a la insulina con o sin alteraciones de la glicemia). Ambos son factores que generan la aparición de riesgo cardiovascular.
Por lo tanto son múltiples los factores de riesgo para el desarrollo de enfermedad cardiovascular, muchos relacionados con factores ambientales, otros con el efecto de la edad y los cambios endocrinos y metabólicos que ocurren en la mujer consecuencia de la declinación en la función del ovario.
Las mujeres obesas no solo presentan consecuencias físicas sino también emocionales, que conllevan a una calidad de vida escasa y a depresión. Se agrega a esto las limitaciones funcionales, dolores corporales y cambios en el apetito sexual con tendencia a evitar la intimidad.
Todos estos cambios pueden evitarse con una adecuada nutrición y complementarla con ejercicio físico.
A continuación algunas recomendaciones que te ayudaran a prevenir los cambios que puedas experimentar durante el climaterio y la menopausia.
A) La ingesta de alimentos se debe hacer en cinco tomas (desayuno, merienda, almuerzo, merienda y cena). De esta manera se mantiene activo el metabolismo y tu cuerpo tendrá sensación de saciedad, evitando así los momentos de ansiedad.
B) Los carbohidratos son importantes consumirlo, ya que proporcionan energía, por este motivo, debemos ingerirlos, pero se recomiendan durante el desayuno y el almuerzo y disminuirlos en el resto del día. Pan de grano entero (integrales) y pastas, vegetales con almidón (papas, guisantes, frijoles y las lentejas), alimentos ricos en fibra (cereales integrales como avena, el arroz integral y quinoa), son carbohidratos que se pueden consumir.
C) Las proteínas (tanto de origen animal como vegetal) y las verduras deben constituir las tres comidas principal. Las verduras proporcionan vitaminas, minerales y fibra, mientras que las proteínas nos ayuda a mantener el tono muscular. Entre los alimentos ricos en proteínas de origen animal se encuentran: las carnes, el pescado, el huevo, la leche y en menor proporción los de origen vegetal como la soya, las legumbres y algunos cereales.
D) Las proporciones de los alimentos en el plato: la mitad debe constituir proteínas mas carbohidratos y la otra mitad vegetales. En las meriendas se debe consumir frutos secos y frutas y la bebida a consumir preferiblemente agua.
E) Se debe combinar la nutrición con ejercicio físico. Se puede empezar con una media hora 2 o 3 días por semana. Caminar a buen paso y luego aumentar a media hora 5 días por semana o una hora 3 veces por semana, también se recomienda yoga, pilates, gimnasia, baile, natación, bicicleta. Siempre el ejercicio estará dentro de sus posibilidades y limitaciones.