Pubertad se conoce como los cambios morfológicos y fisiológicos que ocurren en la transición entre la niñez y estado adulto donde se alcanza la madurez de los órganos reproductores, la capacidad de procrear y finaliza el crecimiento.
El comienzo de la adolescencia coincide desde el punto de vista biológico con la aparición de los primeros signos de maduración puberal y su fin con el cese del crecimiento del cuerpo. Esta también se caracteriza por un conjunto de cambios intelectuales, emocionales y sociales en conjunto con las transformaciones corporales propias de este período.
Para que se desencadene la pubertad deben ocurrir:
-Variaciones en la sensibilidad de los centros superiores hipófisis, hipotálamo (ubicados en el cerebro).
-Aumento de los niveles de hormonas
que ese producen en estos centros (hormona estimulante de las gonadotropinas, hormona folículo estimulante, hormona lúteoestimulantes)
-Aumento de la producción de hormonas en el ovario, producción de células germinales (óvulos), y hormonas sexuales que determinan los cambios somáticos y genitales característicos de la pubertad.
-Activación de las glándulas suprarrenales.
El ciclo menstrual es una expresión de la interacción de estos centros y las hormonas y su impacto en los tejidos del tracto genital.
Cada ciclo culmina con el sangrado menstrual y su primer día clínicamente marca el inicio de un nuevo ciclo. El intervalo promedio de los períodos menstruales de 28 días, con una variabilidad de más o menos 7 días y una duración de 2 a 7 días.
En la adolescencia después de la primera menstruación las alteraciones del ciclo menstrual son un hecho esperable y están vinculadas al proceso de maduración de los centros y las hormonas involucradas. Este proceso de maduración es lento y presenta variaciones individuales.
Los primeros ciclos pueden presentarse alargados, exceden en más o en menos los intervalos en que se presenta el sangrado menstrual. Igualmente puede observarse alteración en la cantidad del flujo menstrual. La ovulación y las fase posterior a la ovulación la cual puede ser inadecuada durante esta etapa de la vida son las alteraciones que dan origen a los cambios de la menstruación.
Si bien la inmadurez de los centros que controlan el ciclo menstrual es la causa más frecuente de la alteración de la menstruación, muchas de estas pueden ser la manifestación de enfermedades o patologías de origen endocrino y por lo tanto hay que estar atentos a los signos y síntomas que puedan ser indicativos.
Estas alteraciones menstruales suelen resolverse en parte en los tres primeros años posteriores a la aparición de la primera menstruación. Posterior a estos tres primeros años quizás se hace necesario evaluar otras causas especialmente si la alteración menstrual persiste por mas de 3 ciclos. Sin embargo siempre es importante individualizar cada caso y hacer énfasis en el contexto biográfico y sociocultural de la adolescente.
Aceptar y manejar los cambios biológicos durante la adolescencia suele ser un arduo proceso que puede generar temor y ansiedad, de allí la importancia del acompañamiento en este proceso de madurez.
Te invito a leer sobre los temas relacionados: la menstruación, la pubertad y la adolescencia.
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